He decidio abrir esta serie y enseñaros algunas cosas que he ido aprendiendo, si es que sirven de algo.
Empezaré por el eterno problema de las mujeres: adelgazar.
Los hombres no engordamos ni adelgazamos. Si acaso, echamos un poco de tripa cervecera que se disimula sacando un poco la camisa para fuera y dándole un liegro plieguecito hacia abajo. En estos casos, si puedes no lleves corbata - sale disparada-, ni jerseys de punto fino, ni te abroches las chaquetas de un sólo botón, sobre todo si tienen alguna abertura atrás.
Si, a pesar de no engordar ni dejando de fumar, quieres aprender algún truco...no te servirá, no tenemos fuerza de voluntad, pero, sobre todo, quién puede aprenderse las tablas de calorías y qué alimentos van con no sé qué?
No, es más sencillo. Somos seres simples: no comas pan a la comida, no tomes postre y no comas entre horas. Si el problema es más grave - por ejemplo, cuando te sientas te tiran los pantalones y se te suben hasta media pierna- tendrás que cenar poco o nada.
Si no sirve, escribiré un post enseñando a cocinar en microondas. Adelgazas seguro.
martes, abril 18, 2006
Cuidado personal I
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3 comentarios:
Luis, sinceramente creo que lo más práctico es comer de todo y hacer deporte para gastarlo. Yo lo intento, pero no hago el suficiente deporte.
Qué cansado es eso! Aunque me han dicho que en el gimnasio se liga un huevo.
Estás enfermo, siempre pensando en lo mismo. Porque no nos deleitas un día con los lugares más propicios para ligar, tú de eso sí que debes de saber un huevo y parte de otro.
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