miércoles, mayo 24, 2006

Cosas que adoran (Cuidado personal III)

Después de haber contado las 13 cosas que peor llevan, he estado devanándome la neurona para deciros las 13 cosas que más les gustan. No os frotéis las manos. Lo que les gusta suele ser complicadísimo, inalcanzable.

Empezamos:

  1. Lo contrario de lo que dicen. Por ejemplo, "no hace falta que vengas a recogerme" mientras piensan "ojalá que me dé la sorpresa y venga".
  2. Lo contrario de lo que parece, pero sólo a veces. Por ejemplo, hace como que no se ha fijado en ti. Seguro que antes de salir de casa ha planificado la indiferencia para que TU te fijes en ella. La cosa está en saber cuando es eso...o todo lo contrario.
  3. Lo contrario de lo que ves. Si viene con aspecto "sencillo", seguro que se ha pasado tres horas de maqueo. Dile que está guapísima, premia su esfuerzo.
  4. Que la sorprendas cuando se lo espera. Nada de sorpresas bruscas, ¿eh?. Por ejemplo, es vuestro aniversario, te has cogido unos billetes para Italia. Deja antes unos folletos por ahí. Si sospecha podrá comprarse antes unas camisetitas y unas gafas de sol a la moda. ¡Imagínate qué susto si no sospecha!.
  5. Aunque beba como un camionero, niégalo. Es una señora.
  6. Aprende a bailar. Pero lo justo, sólo lo justo. Odiaría que bailaras mejor que ella.
  7. Acaríciala con la mirada. Lo de las manitas, mejor quietas, pero comértela con los ojos está más que permitido.
  8. Les encanta que cocinen para ellas, se pirran por un tipo que se pasa la tarde haciendo guisitos. Sí, lo sé, no hay nada que hacer.
  9. Sé un caballero. Ni a las más feministas - aunque disimulen dando tirones cuando intentas coger su maleta- les molesta en el fondo.
  10. No le escribas poesías originales, es cursi. Ni le cantes bajo el balcón, salvo que estés tan borracho que te pueda ser perdonado. Pero puedes regalarles una selección de la música que te recuerda a ella, por ejemplo.
  11. Seguro que le gusta que te afeites y te arregles para ella. Son así, las pobres. Les pirra el olor a gel.
  12. Hazle sentir que sus opiniones merecen la pena, aunque no estés mirando precisamente su cerebro.
  13. Si la haces reir, es tuya. Es el único método universal y casi infalible.

Resumiendo: sé el hombre perfecto. Deséala, escúchala, valórala y cómetela a besos. La cuestión es escoger el momento. En los tiempos y los ritmos no puedo ayudarte. Estás solo.


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