domingo, abril 23, 2006

¿Quién las entiende?

Ayer me encontré a Mariví por la calle, y como persona civilizada me paré a saludarla.

El diálogo:

M: Hola, Luis, estás estupendo.
(Sonríe, estupenda está ella. Pero qué guapa es!).

L: Hola. ¿Cómo estás?
(Estoy un poco cortado. ¿Habrá creído que estoy por aquí para verla?).

M: Muy bien. Aunque hoy casi no he tenido tiempo a arreglarme, con las prisas...

L: Sigues viviendo en este barrio, claro. Es un sitio agradable pero es tan difícil aparcar...
(Ceño ligeramente fruncido. ¿Qué le pasa?)

M: Y tú, ¿dónde vives?.

L: Acabo de cambiarme a un apartamento con vistas al mar.

M: ¿Cómo te las arreglas solo con la casa?

L: Me he comprado un aspirador o lo que sea que me recomendó Mónica. Tiene cuatro funciones diferentes y lo hace todo. Puedes poner vapor para los cristales y se limpian casi solos.
(Qué cara se le ha puesto! Nunca le gustaron los aparatos con más de una página de manual).

M: Estás más delgado. ¿Te cuidas? ¿Comes bien?

L: Bueno, salgo más, ya sabes,...
(No voy a reconocer que no cocino, que estoy harto de las latas y el microondas. ¿Por qué no estaré con ella, que cocina fenomenal?).

M: Cuidate.

L: Y tú, ¿eh?.
(Mirada incendiaria. ¿Qué he dicho?. Pero qué guapísima es!!!)

3 comentarios:

Xurxo dijo...

Nunca están más guapas cuando ya no están contigo, es una ilusión óptica. Lo que ocurre es que la última imagen que te quedó de ella antes de la separación no es la que más le favorece. El subconsciente juega esas malas pasadas.
Otra cosa, ¿que a la tercera pregunta te suelta que qué tal te las arreglas en casa?¿Pero será borde la tía? Tenías que haberle contestado que como vives sólo no tienes que discutir con nadie sobre cómo está la casa. La casa está perfecta, y la chica que la limpia también. ¡'brase visto!
Lo que le ocurre es que en el fondo espera haber dejado una huella indeleble en ti. ¡Pues claro que la ha dejado! ¿¡Y qué!? Tu también en ella, seguro, pero si sigues pisando sobre las huellas toda tu vida acabarás por ver como el suelo se hunde bajo tus pies.
La próxima vez hablad del tiempo.

Anónimo dijo...

Pero Luis, cómo puedes ser tan torpe? ella sólo te pedía que le dijeras algo así como "Qué guapa te veo", lo que pensabas, vamos. Y después dicen que las complicadas somos nosotras...Si con decir lo que piensas- sientes, ya está. Así de fácil.
Verme tiene razón en lo de las ilusión óptica, jajaja.

Luis García dijo...

Mujeres..., ¿Por qué no habláis nunca claro?